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"Me lo mandó mi tía, debe ser verdad": El caos de las noticias falsas en la era de la IA

  • Foto del escritor: Fernando Arévalo
    Fernando Arévalo
  • 11 jul
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 21 jul


¡Como se esparcen las noticias falsas!
¡Como se esparcen las noticias falsas!

Vivimos en tiempos donde un meme tiene más alcance que un editorial, y un video en TikTok puede hacerte dudar de lo que dijo tu médico, tu profesor o incluso el presidente. En este universo hiperconectado, las noticias falsas o fake news no solo son un chisme digital: son una fuerza con poder real para afectar elecciones, generar violencia, desconfiar de la ciencia y, peor aún, hacer que te creas que beber alcohol industrial mata virus (espoiler: no lo hace… y puede matarte a ti).

Y por si fuera poco, llegó la Inteligencia Artificial (IA) a meter más ruido al gallinero. Con ella, las noticias falsas se han vuelto más sofisticadas, más difíciles de detectar y más peligrosas.


¿Por qué deberías preocuparte (aunque no seas periodista ni político)?

La desinformación no discrimina. Afecta a todos: a ti, a tus padres, a tu jefe y a tu perro (bueno, al menos a su reputación en redes). Veamos cómo:

1. Pánico, violencia y teorías de película mala

Una mentira bien contada puede mover masas… literalmente.En 2016, un hombre armado irrumpió en una pizzería en Washington D.C. buscando liberar niños de una red de tráfico que nunca existió.En 2021, miles asaltaron el Capitolio de EE. UU. convencidos de que las elecciones fueron robadas. Resultado: muertos, heridos, y una democracia sacudida.

2. Fake news que enferman (o matan)

Durante la pandemia, la desinformación sobre vacunas fue casi tan contagiosa como el virus mismo.En Irán, más de 700 personas murieron por beber alcohol industrial creyendo que curaba el COVID. En México, médicos fueron agredidos por acusaciones falsas. La salud pública entró en crisis… por culpa de un reenviado muchas veces.

3. Manipulación política, versión remix

Desde adolescentes en Macedonia que fabricaban titulares para ganar dinero, hasta campañas digitales para dividir a votantes, las fake news se han vuelto herramientas de guerra política. Y la IA, claro, ya se unió al equipo.

4. La IA no vino a ayudar (en este caso)

La Inteligencia Artificial ha convertido la desinformación en una máquina aceitada y elegante, como un James Bond malvado:

  • Deepfakes: videos y audios donde personas parecen decir o hacer cosas que jamás hicieron. En Indonesia circularon durante las elecciones de 2024. En EE. UU., En junio 2025, alguien suplantó la voz y el estilo de escritura del secretario Marco Rubio con IA y logró contactar con altos funcionarios de EEUU y funcionarios de otros gobiernos.

  • Textos generados por IA: noticias falsas escritas por robots que suenan más confiables que tu periódico de confianza. Y no se cansan.

  • Bots hiperrealistas: perfiles falsos que discuten contigo, te dan la razón o te empujan hacia una postura radical. ¡Y hasta parecen tener emociones! (pero no tienen alma, lo juro).

5. Confusión, desconfianza y el arte de no saber qué creer

Las mentiras, diseñadas para sonar ciertas y emocionar, se difunden un 70% más rápido que las noticias verdaderas (Twitter dixit).Según el Digital News Report 2025 de Reuters Institute:

  • El 58% de la gente en el mundo no sabe ya qué es real y qué es fake.

  • El 38% de los jóvenes cree más en lo que ve en TikTok o Instagram que en medios formales.

Ya los filtros no son garantía de la verdad.

6. Desinformación que alimenta guerras

En 2014, medios rusos difundieron una historia falsa sobre un niño crucificado por soldados ucranianos. Fue completamente inventada, pero sirvió como excusa para justificar acciones militares. La mentira como arma de guerra, versión siglo XXI.


En Conclusión ¿qué podemos hacemos?

La desinformación es como ese primo que cuenta historias increíbles en las reuniones familiares: no sabes si reírte o preocuparte… pero ahora tiene acceso a IA y millones de seguidores.

Hoy más que nunca, saber distinguir entre lo verdadero y lo falso es una habilidad de supervivencia digital.No todo lo que brilla en tu feed es verdad.No todo lo que te reenvían con emojis es confiable.Y sí, tu tía probablemente necesita una clase de verificación de fuentes.

Según el Foro Económico Mundial, la desinformación amplificada por IA es el mayor reto global para 2025.

Pero no todo está perdido. Aunque la desinformación parece tener WiFi más rápido que el tuyo, hay muchas cosas que podemos hacer para defendernos sin necesidad de convertirnos en detectives digitales de tiempo completo:

  1. Duda de lo espectacular: Si una noticia te hace decir “¿¡quéeeee!?” o te da ganas de compartirla de inmediato... respira, cuenta hasta diez y busca otra fuente. Las fake news viven del impulso emocional.

  2. Busca la fuente original: ¿Quién lo dice? ¿Es un medio reconocido o un blog con fondo negro y letras rojas titilando?

  3. Verifica la fecha y el contexto: Hay noticias reales, pero sacadas de tiempo o contexto. Como cuando alguien comparte un video de disturbios en 2015 diciendo “¡esto pasó hoy en Lima!”

  4. No compartas sin confirmar: Ese reenviado muchas veces de WhatsApp podría ser un bulo con corbata. Antes de darle compartir, guglea cinco segundos. Eso puede evitar un mal mayor (y salvar tu reputación de cuentachismes digitales).

  5. No pelees con bots: Si estás discutiendo con alguien que escribe como político, responde como robot y no tiene foto de perfil… probablemente es un bot. Y pelear con un bot es como discutir con el microondas.

  6. Acude a las paginas de Fact-Checking (Verificación de Hechos): Éstas se dedican específicamente a desmentir o confirmar la veracidad de la información que circula, especialmente en redes sociales. Suelen ser miembros de la International Fact-Checking Network (IFCN), lo que les otorga un sello de credibilidad.


Así que ya sabes: piensa e antes de compartir. Y si dudas, mejor pregunta, verifica… o simplemente no difundas. Que no te usen para amplificar el caos con cara de noticia.

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