Alianzas Estratégicas generan Desarrollo
- Fernando Arévalo

- 16 may
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 22 may
En las comunidades rurales de América Latina, el desarrollo sostenible no es un lujo ni una moda: es una urgencia. Y lograrlo en serio —sin discursos vacíos ni promesas de cartón— requiere algo más que buenas intenciones. Requiere alianzas. Pero no cualquier alianza.
Las verdaderas alianzas estratégicas no se basan solo en firmar acuerdos o sumar logos en un PowerPoint. Se construyen como se cultiva la tierra: con paciencia, colaboración y confianza. Implican mezclar talentos, compartir saberes como quien intercambia semillas, y sobre todo, comunicar de manera clara, honesta, humana.
Cuando hay comunicación efectiva y una buena gestión del conocimiento, los resultados no solo se ven: se sienten. Se transforman en agua limpia, escuelas activas, mujeres empoderadas, jóvenes que ya no quieren irse. En historias reales, no en métricas abstractas.
En este artículo, quiero mostrarte cómo las alianzas bien tejidas no solo suman recursos. Suman caminos, aprendizajes, desafíos superados y esas pequeñas victorias que, con el tiempo, terminan cambiando una comunidad entera.
Cómo las alianzas apoyan el desarrollo en países de ingreso bajo y medio:
Movilización de recursos y capacidades: Las alianzas permiten combinar recursos financieros, tecnológicos y humanos de diferentes actores para impulsar proyectos que mejoren la calidad de vida y reduzcan la pobreza. Son fundamentales para movilizar recursos, compartir conocimientos y fortalecer capacidades.
Intercambio de conocimiento y tecnología: Facilitan la transferencia de tecnología y el intercambio de conocimientos técnicos, lo cual es crucial para cerrar brechas de desarrollo y fortalecer la capacidad institucional y organizativa local. Permiten compartir conocimientos.
Apoyo a sectores estratégicos: Se enfocan en áreas prioritarias como infraestructura, salud, energía renovable, agricultura sostenible y gestión de recursos naturales, que son vitales para el desarrollo económico y social de estos países.
Inclusión y fortalecimiento institucional: Promueven la inclusión de comunidades vulnerables y grupos indígenas, asegurando que las intervenciones sean responsables, transparentes y adaptadas a las necesidades locales, fortaleciendo además marcos legales y regulatorios.
Tipos de alianzas para el desarrollo:
Alianzas Público-Privadas (APP): Son acuerdos entre gobiernos y empresas para financiar, construir y gestionar proyectos de infraestructura y servicios públicos. Permiten combinar recursos y conocimientos del sector público y privado para desarrollar infraestructuras esenciales, demostrando ser efectivas en sectores como salud, educación, transporte y energía. El Banco Mundial destaca que las APP pueden ayudar a superar la falta de infraestructura adecuada que limita el crecimiento económico en países en desarrollo. Atraen inversión privada en sectores críticos y mejoran la eficiencia en la prestación de servicios.
Cooperación Internacional y Financiamiento Multilateral: Organismos internacionales y bancos de desarrollo, como la ONU, el Banco Mundial, el FMI y el BID, trabajan con gobiernos para financiar proyectos de desarrollo y proporcionar asistencia técnica. La Asociación Internacional de Fomento (AIF), parte del Grupo del Banco Mundial, ofrece préstamos en condiciones concesionarias y subvenciones a los países más pobres, apoyando proyectos que mejoran la educación, la atención sanitaria y la infraestructura.
Alianzas Sur-Sur y triangular: Países en desarrollo colaboran entre sí (Sur-Sur) o con apoyo de naciones desarrolladas (triangular) para transferir tecnología y conocimientos. El Sistema Global de Preferencias Comerciales entre Países en Desarrollo (SGPC) busca incrementar el comercio entre estos países, fomentando el crecimiento económico y la cooperación Sur-Sur.
Impacto de las alianzas en el desarrollo:
Crecimiento económico: Las APP en infraestructura pueden aumentar el PIB en un 2% anual en países en desarrollo.
Salud y educación: Las APP han mejorado la calidad de los servicios de salud en PIBM, reduciendo tasas de mortalidad y mejorando el acceso a tratamientos. Alianzas como GAVI y Global Fund tienen un impacto significativo en la salud. El BID ha financiado proyectos en estas áreas en América Latina y el Caribe, beneficiando a países como Guatemala y Honduras.
Sostenibilidad ambiental: Iniciativas como RE100 promueven inversiones limpias y energía renovable.
Desafíos y críticas:
A pesar de sus beneficios, las alianzas también enfrentan desafíos. Entre ellos se encuentran:
Riesgo de corrupción y falta de transparencia. Según Transparencia Internacional (2022), el 30% de los proyectos de APP en África enfrentan riesgos de corrupción.
Posible aumento de la deuda pública si las APP no se gestionan adecuadamente.
Desigualdad en el poder de negociación, donde las empresas multinacionales pueden imponer condiciones desfavorables a países pobres.
Falta de sostenibilidad, ya que algunos proyectos dependen de financiamiento externo a largo plazo.
Recomendaciones para alianzas efectivas:
Para que las alianzas sean efectivas, se recomienda:
Fortalecer marcos regulatorios para evitar abusos.
Involucrar a la sociedad civil en la supervisión de proyectos.
Priorizar alianzas con enfoque local, adaptadas a las necesidades de cada país.
Ejemplos destacados de alianzas:
El Programa Conjunto “Fortalecimiento de la institucionalidad local y nacional para mejorar el desarrollo rural integral del Altiplano Marquense – FIDAM-”, lanzado en 2022 en el Altiplano de Guatemala por el Gobierno de Guatemala, Naciones Unidas y la cooperación bilateral de Suecia. Este programa busca mejorar el bienestar de la población mediante el fortalecimiento de la gobernanza democrática, efectiva e inclusiva, y promoviendo el desarrollo territorial rural integral y sostenible. Cubre 10 municipios y 50 comunidades, abordando desafíos como pobreza, desigualdad, cambio climático, violencia y acceso limitado a servicios, con un enfoque en la mejora de la gestión pública y el desarrollo económico sostenible.
La Alianza Global para Vacunas e Inmunización (GAVI) ha ayudado a vacunar a más de 888 millones de niños en países pobres.
El Global Fund ha salvado más de 44 millones de vidas combatiendo el SIDA, la tuberculosis y la malaria.
La iniciativa RE100 reúne a empresas comprometidas con energía 100% renovable, beneficiando a países en desarrollo con inversiones limpias.
La cooperación entre India y países africanos en agricultura es un ejemplo de alianza Sur-Sur.
Eventos como el “Local Finance Design Sprint” reúnen a delegaciones de países como Honduras y Colombia para diseñar soluciones financieras innovadoras que transformen los sistemas alimentarios, fortaleciendo la agricultura familiar y la resiliencia climática.
🎧 Te invito a escuchar esta reflexión sobre cómo funcionan las Alianzas para el desarrollo
en los paises de ingreso bajo y medio.
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Fuentes:
https://portal.segeplan.gob.gt/segeplan/wp-content/uploads/2023/05/Doc.-Guía-Alianzas-Desarrollo.pdf




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