Compartir conocimiento no siempre es suficiente
- Fernando Arévalo

- 8 may
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 2 jun
Imagina esto: Una organización lanza una innovadora estrategia de intervención comunitaria. Funciona. Genera impacto. Pero meses después, otro equipo en otra región intenta replicarla… y no lo logra. ¿El problema? Nadie sabía exactamente cómo se hizo. No hubo documentación, ni aprendizajes compartidos, ni seguimiento.
Y así, como si nada, se perdió un conocimiento valioso.
Este tipo de situaciones son más comunes de lo que pensamos. Porque compartir conocimiento no es solo enviar un archivo o dar una charla, sino construir una cultura donde el conocimiento circule, evolucione y genere valor.
Hoy te comparto 5 errores comunes que solemos cometer al "compartir conocimiento", con ideas prácticas para evitarlos.
❌ Error 1: Creer que compartir es hablar en voz alta
Muchos piensan que compartir conocimiento es simplemente decir lo que saben. Pero hablar no es compartir, y mucho menos garantizar que el otro comprenda o pueda aplicar esa información.
Ejemplo:En una reunión, una experta explica con entusiasmo su metodología de trabajo. Todos asienten. Pero al intentar implementarla, el equipo se queda en blanco. No hubo guías, ejemplos, ni oportunidades para hacer preguntas.
Cómo evitarlo:Comparte siempre con la audiencia en mente. Asegúrate de que la información sea comprensible, aplicable y transferible. Usa ejemplos, visuales, recursos complementarios o espacios de retroalimentación.
❌ Error 2: Confundir compartir con documentar
Documentar no es solo “guardar” información: es estructurarla para que otros la entiendan y la usen en el futuro. Si no existe un lugar claro donde encontrarla, lo compartido se pierde.
Ejemplo:Un coordinador guarda sus informes de evaluación en carpetas personales. Cuando cambia de puesto, nadie más puede encontrar esos datos. ¿Dónde quedó ese conocimiento? En su disco duro… o en el olvido.
Cómo evitarlo:Apuesta por repositorios comunes (como SharePoint, Google Drive, Notion). Establece estructuras claras, nombres amigables y etiquetas para buscar fácilmente. Y no olvides capacitar al equipo para usarlos.
❌ Error 3: Asumir que todos necesitan lo mismo
No todos los públicos requieren la misma información ni el mismo nivel de detalle. Compartir sin considerar esto genera sobrecarga, confusión o desinterés.
Ejemplo:Se comparte un extenso informe técnico con actores comunitarios que solo necesitan un resumen visual y práctico. El mensaje no llega. El esfuerzo se desperdicia.
Cómo evitarlo:Segmenta tus audiencias. Pregunta: ¿Qué necesitan saber? ¿Cómo prefieren recibir la información? Adapta el formato y el lenguaje: infografías, videos cortos, fichas prácticas o resúmenes ejecutivos pueden ser más efectivos que documentos largos.
❌ Error 4: No crear espacios para el intercambio real
Compartir conocimiento no debe ser un acto unidireccional. Sin espacios para discutir, cuestionar y construir colectivamente, el conocimiento no evoluciona: solo se recicla.
Ejemplo:Una organización lanza una serie de boletines con buenas prácticas. Pero nunca invita a los equipos a compartir sus propios aprendizajes o a debatir su aplicabilidad. Se vuelve una vitrina, no una conversación.
Cómo evitarlo:Facilita comunidades de práctica, círculos de aprendizaje, talleres de reflexión o simplemente encuentros breves de "lo que aprendimos esta semana". El conocimiento florece en el intercambio.
❌ Error 5: Subestimar el valor del conocimiento informal
El conocimiento útil no siempre está en los informes. Muchas veces vive en la experiencia cotidiana, en conversaciones de pasillo, en soluciones improvisadas pero efectivas. Y si no se visibiliza, se pierde.
Ejemplo:Una promotora comunitaria tiene una forma brillante de ganarse la confianza de las familias… pero nunca lo documentó. Nadie se lo preguntó. Su conocimiento, aunque valioso, nunca fue compartido.
Cómo evitarlo:Haz preguntas, registra anécdotas, invita a narrar experiencias. Usa el storytelling, entrevistas informales o videos cortos para capturar ese “saber hacer” que no siempre entra en un Excel, pero que transforma realidades.Entonces, ¿qué significa realmente compartir conocimiento?
Compartir conocimiento implica intención, empatía, estrategia y seguimiento. No se trata de demostrar lo que sabes, sino de ayudar a otros a aprender, aplicar y mejorar a partir de ese conocimiento.
Si queremos organizaciones más inteligentes, comunidades más resilientes y equipos más preparados, debemos dejar de ver el conocimiento como propiedad individual… y empezar a verlo como un recurso colectivo que se cultiva, se cuida y se comparte con generosidad.
Pregunta para ti:
¿Cuál de estos errores has visto o vivido tú?¿Qué haces tú o tu equipo para compartir el conocimiento de forma efectiva?
Te dejo una lista de chequeo para que analices como se comparte el conocimiento en tu organización
Escribe tus comentarios. Y si este artículo te fue útil, compártelo con tu equipo. Compartir conocimiento (bien hecho) empieza por pequeñas acciones como esta.




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